«Su
mundo era tan único y especial como el de los demás.»
Hace algunos años, cuando comenzaba a escribir fanfiction, me surgieron millones de
ideas acerca de lo que podía escribir. Una de esas ideas me parecía tan
maravillosa, que me la imagen más de una vez, siempre cambiando momentos,
ajustando a los personajes, las situaciones, los eventos. ¡Inclusive la
sociedad distópica en la que toda la trama se ubicaría! Porque sí, quería algo
diferente. Había investigado tanto acerca de eso.
Pero nunca llegue a concretar dicho proyecto.
La razón fue muy simple, mientras avanzaba en el
desarrollo de mi escrito, la sociedad actual se encontraba en un punto en el
que todo lo que se leía o veía, era un plagio, o bien, un adaptaplagio. Yo no
quería que mi historia se viera en ninguno de esos dos campos, en primera
porque el mundo del fanfiction está
lleno de autores que creen que son los mejores, sólo porque tienen buena ortografía,
o conocen como la palma de su mano un fandom,
o bien, sólo porque ya tienen proyectos próximos a ser libros; y la segunda, es
porque muchas de esas ideas que planeaba usar en mi escrito, eran muy parecidas
a otras ideas.
Un ejemplo: justo en esos momentos me encontraba
leyendo esas famosas sagas juveniles, las cuales tiene algo en común, un mundo
distópico. Como son The Hunger Games
y Divergent.
La idea toma muchas similitudes con esos dos libros, y
muchísimos más. Porque una persona genera una idea y aunque en esencia sea
igual, no lo es. Todos concebimos una idea a nuestra manera, mientras que yo
pude haber escrito que Juan era un joven que necesitaba ayuda para su madre
enferma, se enfrentaba a los peligros del mundo exterior después de venderse a sí
mismo como esclavo. Y claro, me saco una trama completamente parecida a The Hunger Games, y para el mundo, me
plagie un trabajo registrado y con derechos de autor. Por lo que merezco que me
linchen y me quemen con leña verde.
Es por eso que jamás continúe escribiendo esa idea.
Y con ello me seguí cuestionado acerca de los derechos
de autor. ¿Sólo por qué una persona plasmo una idea antes que otra, ya le
pertenece? Antes de leer esas dos obras, yo ya tenía concebida mi idea, y nadie
me la dije, nadie se acercó a mí y me comento de qué trataban esas sagas. Pero
al decir o contar un poco de mi idea, creyeron que la plagiaba.

Por otra parte, los derechos de autor sólo te
acreditan como alguien que ha escrito una obra y evita que otra se apropie del
trabajo, eso no te hace dueño del mundo ni mucho menos. Sí, tú lo escribiste,
son tus personajes, es tu historia, pero eso no signifique que nadie más pueda
tomar una idea de ahí y hacerla suya. No está copiando el trabajo, no lo está
trascribiendo palabra por palabra y cambiando nombres a los personajes, no;
está diseñando su propia trama, creo sus propios personajes a su gusto e invento
un mundo completamente diferente.
Un ejemplo acerca de las ideas: Si un día digo, ¡tengo
una idea, juguemos a tal cosa! ¿Ya le plagie a alguien más? Por supuesto que
no.
Claro, no es lo mismo, pero en esencia, se acerca a lo
que trato de explicar.
Podrían acusarme de plagió en estos momentos, porque estoy
segura de que no soy la única que ha escruto algo parecido. ¿Pero realmente es
un plagio?
Por cierto, una cosa más. Nunca, nunca, ¡NUNCA!,
olviden dar créditos a un dibujante, si los escritores se ponen pesados con sus
escritos, los dibujantes no son mejores. Así que si tiene la posibilidad de
hacerlo, háganlo. Sobre todo si tienen a una legión de personas deseando ver
quienes ‘hacen mal uso de material registrado por derechos de autor’.
El mundo es un lugar peligroso hoy en día.